Vivimos en una sociedad globalizada, con mercados muy competitivos, donde cada vez aparecen nuevas empresas, nuevos productos y servicios y en la que la especialización es un factor primordial.
Las empresas necesitan, cada vez más, estar más actualizadas, conocer mejor a sus clientes, saber qué productos elaborar, con qué características, cómo satisfacer mejor a los consumidores y cómo obtener la mayor rentabilidad al menor coste y, además, lograr fabricar productos de calidad.
Por otro lado, las personas, gracias a las nuevas tecnologías, disponemos de una mayor facilidad y rapidez de acceso a internet, lo que nos genera una necesidad de estar informados de todo. Esto implica que, a la hora de adquirir nuevos productos o servicios, queremos conocer todas sus propiedades, referencias y cualquier mínimo detalle.
Ante esta sociedad consumista, las empresas requieren de personas especializadas, con competencias específicas y con una formación concreta para cada uno de los puestos de trabajo que se van a desarrollar en la empresa.
Para lograr esta especialización y competencias concretas existe la formación profesional para el empleo, sistema de formación en el ámbito laboral, que según el Servicio Público de Empleo Estatal, SEPE; tiene por finalidad impulsar y realizar una formación que contribuye al desarrollo personal y profesional de las personas trabajadoras, ya sean ocupadas o desempleadas, mejorando su empleabilidad y su promoción en el trabajo. Esta formación responde a las necesidades del mercado laboral y está orientada a la mejora de la competitividad empresarial.
Incluye distintas iniciativas y programas de formación que se desarrollan en el marco del Sistema Nacional de Empleo, a través del Servicio Público de Empleo Estatal y de los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas.
Autora: María Valls
Excelente trabajo por la formación profesional.
Felicitaciones.
Es completo y va detallando de forma progresiva la necesidad de la formacion